Una de las experiencias únicas que los visitantes pueden vivir a lo largo del recorrido por la Ruta 1 es visitar las pinturas rupestres que se encuentran en la Sierra de San Francisco dentro de la Reserva de la Biósfera El Vizcaíno.
En la Sierra de San Francisco se encuentra el mayor número de sitios con pintura rupestre aunque el acceso a algunos de estos requiere de más tiempo, mayor experiencia y permisos especiales. El difícil acceso a ciertos lugares y la sequedad del clima han permitido que las pinturas rupestres se encuentren en admirable estado de conservación y han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO como resultado de su gran herencia cultural.
La zona de grandes murales está integrada por las cuevas: La Pintada, Las Flechas, Los Músicos, Cuesta Palmerito, La Soledad, Boca San Julio y El Ratón, esta última siendo de las más visitadas. Las pinturas representan a seres humanos, numerosos animales tanto terrestres como marítimos y la relación del hombre y su entorno. Son un testimonio único de este género artístico por su composición, dimensiones, precisión de trazos y variedad de color.
Una de las experiencias únicas que los visitantes pueden vivir a lo largo del recorrido por la Ruta 1 es visitar las pinturas rupestres que se encuentran en la Sierra de San Francisco dentro de la Reserva de la Biósfera El Vizcaíno.
En la Sierra de San Francisco se encuentra el mayor número de sitios con pintura rupestre aunque el acceso a algunos de estos requiere de más tiempo, mayor experiencia y permisos especiales. El difícil acceso a ciertos lugares y la sequedad del clima han permitido que las pinturas rupestres se encuentren en admirable estado de conservación y han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO como resultado de su gran herencia cultural.
La zona de grandes murales está integrada por las cuevas: La Pintada, Las Flechas, Los Músicos, Cuesta Palmerito, La Soledad, Boca San Julio y El Ratón, esta última siendo de las más visitadas. Las pinturas representan a seres humanos, numerosos animales tanto terrestres como marítimos y la relación del hombre y su entorno. Son un testimonio único de este género artístico por su composición, dimensiones, precisión de trazos y variedad de color.
Para visitar las pinturas rupestres puedes llegar a San Francisco de la Sierra en donde se les asigna a los visitantes un guía local para llevarlos a las pinturas más cercanas o bien hacer reservación con anticipación para las expediciones de varios días para llegar a sitios más alejados.
En pueblo de San Ignacio también es posible para los visitantes encontrar tour operadores y se puede visitar el Museo de las Pinturas Rupestres de San Ignacio del INAH que cuenta con una réplica de una cueva.