Ruta 1
18 / 11 / 2018
Es marzo, nos encontramos en Guerrero Negro en una mañana fría y algo nublada. Nos preparamos para salir rumbo a la Laguna Ojo de Liebre para emprender la búsqueda de las ballenas grises que visitan año tras año las costas de Baja California Sur para reproducirse y dar a luz.
La transportación nos recoge temprano en nuestro hotel, y conocemos a nuestro guía naturalista quien nos platica un poco de la historia de Guerrero Negro, la salinera, la pesca y su vínculo con las ballenas grises.
Después de poco más de 30 minutos de camino entre las salinas, llegamos al puerto de embarque de donde emprendimos la búsqueda de la ballena gris. Comenzamos a navegar en la laguna Ojo de Liebre, entre buques que cargan toneladas de sal y las Dunas de la Soledad.
Al acercarnos a la boca de la laguna, empezamos a vislumbrar los soplos de las ballenas y un ocasional avistamiento de la ballena sacando la cabeza para observar a su alrededor, en inglés se le conoce a este movimiento como “spy hopping”. La embarcación comenzó a bajar la velocidad y con ello el ruido del motor, poco a poco notamos cómo una ballena comenzó a acercarse a nosotros, se posó a escasos metros de distancia y echó un respiro a manera de saludo que nos llegó con la brisa. El guía nos platicaba de lo amigables que son estas ballenas, y aunque escépticos al principio, después de ese soplo nos percatamos de lo acertado de sus observaciones.
No era una ballena, ¡eran dos! Una madre con su pequeño ballenato recién nacido aprovechando los canales de la laguna para enseñarle ejercicios de respiración y nado. El ballenato, curiosamente se acercaba a la embarcación y en ocasiones le pudimos acariciar como si fuera un cachorro, aunque no siempre sucede esto, sin lugar a dudas fue un momento muy especial. Las ballenas circulaban la embarcación interactuando de una manera fascinante, tan entretenidas como nosotros mismos dándonos a reflexionar de sus capacidades cognitivas, esperando se lleven una impresión satisfactoria del ser humano en la jornada que empiezan para navegar por las aguas del Océano Pacífico hasta Alaska, en donde pasarán el verano.
Explorar la RUTA 1 en Baja California Sur es una experiencia única que ofrece la oportunidad de descubrir las maravillas naturales y culturales que forman parte de este paraíso.
Visitar nuevos destinos y vivirlos de una manera diferente, a su tiempo, a su ritmo, con total libertad. Viajar y disfrutar de cada experiencia, cada momento, saborear la deliciosa gastronomía llena de frescura, de tradición. Contemplar las maravillas de la naturaleza, la vida, la armonía, la tranquilidad y ser parte de ella. Sentir la adrenalina, la emoción de descubrir diferentes mundos, diferentes experiencias. Conocer la historia y seguir los pasos de aquellos pioneros en tierras desconocidas.
Esto y mucho más es lo que se vive al recorrer la RUTA 1… ¡ven y descúbrela!